Mi motivación consiste en ayudar a las personas y organizaciones a solucionar los problemas y a que sean más felices. Para ello me sirvo de los conocimientos que me brinda la Psicología (Clínica, Industrial, Educativa y Social)
lunes, 21 de septiembre de 2015
Pequeño ejercicio que favorece el optimismo y la felicidad
Dedica 5 minutos cada
noche durante las dos próximas semanas, preferentemente antes de cepillarse los
dientes e irte a la cama. Prepara una libreta con una
página para cada uno de los 14 días siguientes. A continuación, piense en las
24 horas anteriores y escribe, en líneas separadas, hasta cinco aspectos de tu
vida por los que te sientas agradecido/a. Algunas de las anotaciones más comunes
son: “despertarme esta mañana”, “la generosidad de los amigos/as”, “a Dios, por
darme determinación”, “unos padres maravillosos”, “muy buena salud”, y “los Rolling Stones” (o
cualquier otra referencia artística). Si te fue bien, incorpóralo a tu rutina
nocturna.
Consumo eficaz de Fruta
La
fruta es el alimento que menor cantidad de energía consume durante la digestión
y el que más beneficia al organismo. El nutriente más importante para el funcionamiento
del cerebro es la glucosa. La fruta es rica en fructosa (que se convierte con
facilidad en glucosa) y un 90% – 95% de agua, lo que significa que limpia y
alimenta al mismo tiempo.
La
fruta siempre debe comerse en ayunas. Esto es porque la fruta se digiere
primariamente no en el estómago sino en el intestino delgado. Si el estómago
contiene carne o féculas, la fruta queda atrapada allí y empieza a fermentar.
Eso ocurre si se toma la fruta como postre.
La
mejor fruta es la fresca o el jugo recién exprimido. El zumo es bueno tomarlo
en ayunas, recién exprimido. Tan solo después de quince o veinte minutos de
haberlo tomado se puede ingerir una comida normal.
El
doctor William Castillo, director del Departamento de Cardiología de Framington
(Massachusetts), dice que la fruta es el mejor alimento que existe para evitar
enfermedades del corazón. Ello se debe a su alto contenido de bioflavinas que
evitan el espesamiento de la sangre y las adherencias en las arterias. Además
refuerza os capilares, debemos tener en cuenta que la rotura de capilares es
causa frecuente de hemorragias internas y ataques cardíacos.
Numerosos
estudios demuestran que introducir fruta en la dieta mejora el rendimiento y la
recuperación muscular.
La fruta es fácilmente
digerible y ayuda a depurar el organismo. Cuando te levantes y a lo largo del
día, mientras puedas soportarlo cómodamente, no comas nada salvo fruta fresca y
zumos recién exprimidos. Trata de hacerlo hasta el mediodía como mínimo. Cuanto
más consigas resistir más tiempo tendrá el organismo para limpiarse. Cuando
hayas conseguido prescindir del café y otras basuras que intoxican el organismo
desde primera hora de la mañana, notarás un caudal nuevo de vitalidad y
energía, que actualmente no puedes sospechar. Haz la prueba durante diez días y
verás.Juice
martes, 4 de agosto de 2015
Liderazgo y sentido del humor
Desde una perspectiva neurofisiológica, la resonancia consiste en una
sincronización de los centros emocionales de las personas implicadas, que se ve
muy favorecida con la risa.
El momento crucial que tuvo lugar durante una reunión de la dirección
de unos grandes almacenes ilustra perfectamente las implicaciones neuroanatómicas
del liderazgo. Con las conclusiones de un análisis de mercado, todo indicaba
que el jefe de marketing se había equivocado en una campaña publicitaria.
Después de un largo y tenso silencio, uno de los asistentes comentó irónicamente:
“¡Tal vez ese día habías olvidado las gafas en casa!”, que desató una carcajada
general.
Esa broma tuvo dos resultados diferentes: corroborar lo que todo el
mundo pensaba y suavizar ese mensaje, eliminando así la necesidad de perder
tiempo inútilmente discrepando o defendiéndose y poder pasar rápidamente al
siguiente punto del día, que era resolver el problema.
La risa cumple, entre otras, la función de movilizar los centros
emocionales de los integrantes de un equipo hacia un rango positivo, una
estrategia que, muy posiblemente, evitó que el grupo del que he hablado se
viera emocionalmente secuestrado por la fijación en el problema – el error del jefe
de marketing – y les ayudó a concentrarse para encontrar la solución. Y todo
ello ocurrió sin que nadie dijera nada al respecto.
Uno de los rasgos distintivos del liderazgo eficaz consiste en su
adecuado uso del sentido del humor. Eso no quiere decir que el líder deba
evitar los conflictos, sino solo que merece la pena saber cuándo airear las
diferencias.
No es necesario tener un gran sentido de la oportunidad ni manejar un
amplio repertorio de chistes para manejar eficazmente el sentido del humor. Las
bromas más sencillas pueden ayudarnos a esbozar una sonrisa y convertirse en un
acicate emocional. Existen multitud de datos que relacionan el liderazgo eficaz
con el sentido del humor. Una investigación, por ejemplo, se centró en la
frecuencia con la que una serie de ejecutivos provocaban la risa del
entrevistador y luego llevó a cabo un seguimiento longitudinal de los distintos
candidatos durante dos años para ver cuáles acababan convirtiéndose en
ejecutivos “estrella”. Esa investigación mostró que los líderes más
sobresalientes habían conseguido arrancar la risa del entrevistador con una
frecuencia dos veces superior a la de los ejecutivos promedio. (El éxito del líder,
en esta investigación, era valorado en función de dos variables diferentes:
cobrar primas que se encontraran en el tercio superior de las pagas de
beneficios realizadas por la empresa y haber sido estimados como “excelentes”
por no menos del 90% de sus jefes y colegas.)
Otra faceta de la investigación puso de manifiesto que su tasa de
comentarios jocosos era tres veces superior (uno cada cuatro minutos) a la de
los líderes promedio.
Parece
que los líderes más eficaces recurren con más frecuencia al sentido del humor,
al tiempo que transmiten mensajes positivos que modulan el clima emocional. Por
eso sus palabras siguen arrancando la sonrisa de los asistentes, aun cuando
giren en torno a detalles tan áridos como las cláusulas de un contrato o la
descripción de una determinada estrategia comercial.
lunes, 6 de abril de 2015
ASTENIA PRIMAVERAL
Astenia es un término cuyo significado es “cansancio”. Por lo tanto no
se trata de una enfermedad, sino un síntoma que puede deberse a otras
enfermedades físicas, psicológica, estrés, exceso de trabajo…
Afecta a un dos por ciento de la población, coincidiendo con el paso
de invierno a primavera. Puede aparecer junto a otras manifestaciones como:
·
Ausencia de energía para desarrollar actividades.
·
Tristeza sin motivo.
·
Pérdida de apetito.
·
Disminución de la libido.
·
Problemas de concentración y memoria.
·
Irritabilidad y labilidad emocional.
·
Malestar general.
·
Dolor de cabeza.
·
Hipotensión.
Esta sintomatología es de carácter leve y pasajero. No se trata de
ningún trastorno psiquiátrico, sino una mayor vulnerabilidad de la persona a
los cambios climáticos. No se debe confundir con el Trastorno Afectivo
Estacional, Depresión invernal o Depresión
veraniega.
Nos podemos preguntar: ¿Cómo se produce? Todo apunta a que existe una
combinación de dos factores:
·
Las horas de luz solar.
·
Los ciclos hormonales.
El origen de todo esto se encuentra en una estructura del cerebro que
se llama hipotálamo, encargada de regular, entre otras cosas, la temperatura,
la sed, el apetito, el sueño y la vigilia, y que segrega hormonas y neurotransmisores como las feniletilaminas,
que podrían definirse como unas “anfetaminas” encargadas de inducirnos euforia;
las beta-endorfinas, responsables del optimismo vital y la serotonina,
neurotransmisor encargado de la felicidad.
Al producirse el cambio estacional, con las variaciones climáticas
correspondientes, con el aumento de la temperatura, las horas de luz solar y el
cambio de horario, el hipotálamo disminuye los niveles en sangre de todos los
neurotransmisores y hormonas mencionados, lo cual produce una sensación de
decaimiento físico e intelectual.
Puede que exista un factor endógeno no esclarecido. Una predisposición
de la persona a verse afectada por variaciones climáticas. Podría ser similar a
las alergias, mientras que para unos la primavera es sinónimo de alegría, otros
sufren las consecuencias de la rinitis o el asma.
¿Qué podemos hacer para prevenirla y tratarla? Una vida saludable,
ordenada y vigilando la dieta es la base para hacer frente a este problema y
optimizar nuestras defensas:
·
Una dieta equilibrada y variada, rica en vitaminas y
minerales. Ingesta de numerosas frutas, verduras, hortalizas. También es
recomendable tomar alimentos que favorezcan la producción de serotonina como
cereales integrales, nueces, semillas de girasol, aceite de oliva y quesos frescos.
·
Mantener hidratado el cuerpo, tomando dos litros de
agua diarios, complementado con infusiones y zumos.
·
Dormir ocho horas diarias.
·
No fumar, no beber bebidas alcohólicas, no abusar
del café ni de las bebidas excitantes.
·
Realizar ejercicio moderado al menos treinta minutos
diarios.
·
Tener un orden en el ritmo de vida, horarios fijos
de acostarse y levantarse, también para comer.
·
Ocasionalmente puede ser recomendable tomar un
reconstituyente a base de vitaminas con otros fitonutrientes.
Si a comienzo de la primavera te sientes más cansado de lo habitual, falto
de fuerzas para las actividades diarias, te encuentras decaído, probablemente
estés pasando astenia primaveral.
Pero
eso sí, si tu sensación de cansancio o tristeza persiste en el tiempo, consulta
con un Psicólogo Sanitario, porque podría tratarse de otro problema subyacente.¿Sabes lo que es la astenia primaveral? ¿Y cómo superarla? Conversamos sobre ello en nuestra sección de psicología, con Juan Ramón Carmona y Beatriz Blanca: www.radiocordoba.es/facebook/HXH_6_04_PSICO(2015-04-06).mp3
domingo, 15 de marzo de 2015
¿QUÉ SON EL ESTRÉS Y LOS TRASTORNOS ASOCIADOS?
El estrés es uno de los términos más utilizados en nuestra sociedad. Desgraciadamente, no parece que está claro qué es el estrés. Lo único que parece quedar claro es que es algo malo. Es algo que de alguna manera nos ataca y nos produce consecuencias negativas, es el causante de gran parte de nuestros problemas cotidianos o de nuestras dolencias físicas o psíquicas. Incluso a veces se piensa que es algo ante lo que estamos indefensos y que acabará afectándonos negativamente. Pero parece que la realidad es bien diferente.
Piense en una situación de peligro, un coche está a punto de echársele encima, tiene que escapar de un desconocido que le persigue en una calle solitaria o ha de superar un examen. Para cualquier persona es muy importante superar estas situaciones, haría casi cualquier cosa por conseguirlo, incluso no le vendría mal una ayuda. Desde luego sería muy conveniente poder utilizar al máximo los propios recursos, pues cuantos más recursos y más intensamente se pongan en marcha, más probable es que se supere la situación: que escapemos del coche o del desconocido o que superemos el examen. Sería muy útil disponer de un mecanismo que, en esos momentos especiales, ayudara a activar de manera muy rápida e intensa nuestros máximos recursos. Ese mecanismo existe, es la respuesta de estrés. Pero antes de continuar aclaremos términos.
El término estrés es un término genérico que hace referencia a un área de estudio. Lo que en realidad interesa ahora es la respuesta de estrés, una respuesta general del organismo (que afecta a todo el organismo) ante la percepción de cualquier demanda excepcional, del medio físico o social. La situación que provoca el estrés se denomina estresor.
La respuesta de estrés es una respuesta de todo el organismo que se produce de forma automática, sin control voluntario, cuando percibimos un cambio ambiental o una demanda excepcional del medio externo o interno. El objetivo es movilizar rápidamente el máximo el máximo de recursos disponibles del organismo para hacer frente, de manera eficaz, a esta demanda excepcional. Consiste básicamente en un importante aumento de los niveles de activación fisiológica y psicológica. Con mayores recursos psicológicos y fisiológicos la persona puede seleccionar adecuadamente la respuesta más adecuada y actuar más acertadamente. En consecuencia, la respuesta de estrés es muy útil, pues permite movilizar recursos excepcionales. Una vez que se ha solucionado la situación, cesa la respuestas de estrés; en caso contrario, ésta se mantiene hasta que se soluciona o los recurso se agotan.
Los tres componentes de la respuesta de estrés son: a) Cognitivos (percepción, evaluación de la situación, memoria, pensamientos, emociones, organización de la acción); b) Fisiológicos (cambios de los diversos sistemas de nuestro cuerpo: muscular, cardiovascular, endocrino,… y c) Motores (aquellas conductas que la persona emite para tratar de afrontar la situación, como correr o gritar, decir determinadas palabras,..etc.).
Aunque la respuesta de estrés es algo muy útil, supone un gasto excepcional de recursos. Si el desgaste es episódico, no habrá problema, el organismo tiene capacidad para recuperarse entre cada respuesta de estrés. Pero si las respuestas de estrés se repiten con excesiva frecuencia, intensidad o duración, pueden producir un desgaste importante y facilitar el agotamiento de estos recursos e incluso impedir que el organismo se recupere. Cuando esto ocurre puede aparecer un problema psicológico o fisiológico. Esto es lo que se conoce como los trastornos asociados al estrés.
Los problemas que pueden perjudicar la respuesta de estrés van desde: ansiedad, depresión, disfunciones sexuales, trastornos de estrés postraumático, brotes psicóticos, cansancio, temblores, explosiones emocionales incontroladas, problemas de sueño, trastornos cardiovasculares, cefaleas, asma, úlceras pépticas…etc.
Emitimos la respuesta de estrés si percibimos una discrepancia (real o no) entre lo que demanda la situación y nuestros propios recursos.
Las situaciones que más fácilmente disparan la respuesta de estrés son:
Cambio en la situación o demandas estimulares (hace necesario adaptarse a las nuevas condiciones, por lo que habrá que desarrollar nuevas habilidades).
Incertidumbre o falta de información (no se qué me pasará, puede haber peligro, estoy indefenso).
Demandas físicas excepcionales (mucho calor o frío, ruido, humo, consumo de determinadas sustancias como tabaco o alcohol, falta de descanso…).
Piense en una situación de peligro, un coche está a punto de echársele encima, tiene que escapar de un desconocido que le persigue en una calle solitaria o ha de superar un examen. Para cualquier persona es muy importante superar estas situaciones, haría casi cualquier cosa por conseguirlo, incluso no le vendría mal una ayuda. Desde luego sería muy conveniente poder utilizar al máximo los propios recursos, pues cuantos más recursos y más intensamente se pongan en marcha, más probable es que se supere la situación: que escapemos del coche o del desconocido o que superemos el examen. Sería muy útil disponer de un mecanismo que, en esos momentos especiales, ayudara a activar de manera muy rápida e intensa nuestros máximos recursos. Ese mecanismo existe, es la respuesta de estrés. Pero antes de continuar aclaremos términos.
El término estrés es un término genérico que hace referencia a un área de estudio. Lo que en realidad interesa ahora es la respuesta de estrés, una respuesta general del organismo (que afecta a todo el organismo) ante la percepción de cualquier demanda excepcional, del medio físico o social. La situación que provoca el estrés se denomina estresor.
La respuesta de estrés es una respuesta de todo el organismo que se produce de forma automática, sin control voluntario, cuando percibimos un cambio ambiental o una demanda excepcional del medio externo o interno. El objetivo es movilizar rápidamente el máximo el máximo de recursos disponibles del organismo para hacer frente, de manera eficaz, a esta demanda excepcional. Consiste básicamente en un importante aumento de los niveles de activación fisiológica y psicológica. Con mayores recursos psicológicos y fisiológicos la persona puede seleccionar adecuadamente la respuesta más adecuada y actuar más acertadamente. En consecuencia, la respuesta de estrés es muy útil, pues permite movilizar recursos excepcionales. Una vez que se ha solucionado la situación, cesa la respuestas de estrés; en caso contrario, ésta se mantiene hasta que se soluciona o los recurso se agotan.
Los tres componentes de la respuesta de estrés son: a) Cognitivos (percepción, evaluación de la situación, memoria, pensamientos, emociones, organización de la acción); b) Fisiológicos (cambios de los diversos sistemas de nuestro cuerpo: muscular, cardiovascular, endocrino,… y c) Motores (aquellas conductas que la persona emite para tratar de afrontar la situación, como correr o gritar, decir determinadas palabras,..etc.).
Aunque la respuesta de estrés es algo muy útil, supone un gasto excepcional de recursos. Si el desgaste es episódico, no habrá problema, el organismo tiene capacidad para recuperarse entre cada respuesta de estrés. Pero si las respuestas de estrés se repiten con excesiva frecuencia, intensidad o duración, pueden producir un desgaste importante y facilitar el agotamiento de estos recursos e incluso impedir que el organismo se recupere. Cuando esto ocurre puede aparecer un problema psicológico o fisiológico. Esto es lo que se conoce como los trastornos asociados al estrés.
Los problemas que pueden perjudicar la respuesta de estrés van desde: ansiedad, depresión, disfunciones sexuales, trastornos de estrés postraumático, brotes psicóticos, cansancio, temblores, explosiones emocionales incontroladas, problemas de sueño, trastornos cardiovasculares, cefaleas, asma, úlceras pépticas…etc.
Emitimos la respuesta de estrés si percibimos una discrepancia (real o no) entre lo que demanda la situación y nuestros propios recursos.
Las situaciones que más fácilmente disparan la respuesta de estrés son:
Cambio en la situación o demandas estimulares (hace necesario adaptarse a las nuevas condiciones, por lo que habrá que desarrollar nuevas habilidades).
Incertidumbre o falta de información (no se qué me pasará, puede haber peligro, estoy indefenso).
Demandas físicas excepcionales (mucho calor o frío, ruido, humo, consumo de determinadas sustancias como tabaco o alcohol, falta de descanso…).
lunes, 9 de marzo de 2015
Programándonos para el Éxito
El ser humano tiene la
capacidad de aprender. El éxito es una actitud
mental que se puede aprender. Podemos hacer de é una filosofía de vida que
podemos decidor asumir como propia.
Para ello debemos crear una
serie de instrucciones que se implantes en nuestro subconsciente.
“Se puede alcanzar todo
aquello que la mente humana sea capaz de concebir y en lo que pueda creer”
Esas instrucciones deben ser
creíbles y aceptables para nuestra mente consciente a fin de evitar conflictos
en nuestras creencias actuales, y para integrarlas debes creer totalmente que
podrás realizarlas.
Haz lo que sigue:
Elabora una lista de
instrucciones simples sobre lo que quieres, planteadas en momento presente,
como si ya las hubieras logrado. Deja que sea tu mente subconsciente la que a
través de un proceso interno determine las actuaciones más adecuadas para su
consecución. Proceso de “consulta con la
almohada”
¿Cuántas veces te levantaste
por la mañana viendo con claridad la solución a un problema?
Ejemplo de cómo trabajar esto
en un negocio multinivel:
Instrucción A: Patrocino
personalmente a 4 personas en la primera fase.
Instrucción B: Ayudo a mis
patrocinados en su primera fase para que tengan 4 personas patrocinadas.
Instrucción C: Recupero la
inversión e incluso tengo beneficios en la segunda faze.
Instrucción E: Terminado
este ciclo inicio uno nuevo.
jueves, 26 de febrero de 2015
Algunas ventajas del Mindfulness
Cuando Richard Davidson, de
Wisconsin, decano de la neurociencia contemplativa, resume y ordena las
ventajas que para la atención, tiene el Mindfulness, destaca las siguientes:
1. Estimula la red clásica de la atención,
situada en la región frontoparietal del cerebro, que cumple con la función de
dirigir la atención. Estos circuitos resultan esenciales para el movimiento básico
de la atención, que consiste en desconectar nuestra atención de una cosa,
dirigirla hacia otra y mantenerla en ese nuevo objeto.
2. Mejora de la atención selectiva debida a la
inhibición del poder de las distracciones, que nos permite dejar a un lado las
distracciones que se producen a nuestro
alrededor y centrarnos en lo que nos importa. Por eso puedes ahora mantener el
foco de atención centrado en el significado de lo que digo sin dejarte
arrastrar por otros distractores.
Una de las
principales ventajas para los estudiantes radica en la comprensión. Las mentes
errantes dan palos en el aire por lo que respecta a la comprensión. El antídoto
para esta divagación es la metaconciencia, o lo que es lo mismo, la atención a
la atención misma, la capacidad de darnos
cuenta de que no estamos dándonos cuenta de lo que deberíamos y corregir,
en consecuencia nuestro foco de atención. El Mindfulness fortalece el músculo
esencial de la atención.
3. También tiene conocidos efectos el Mindfulness
sobre la relajación. Este efecto se debe a un descenso en el punto de activación
de los circuitos asociados al nervio vago, clave para mantener la calma en
situaciones estresantes y superar contratiempos. El nervio vago gestiona múltiples
habilidades, fundamentalmente el ritmo cardíaco y la recuperación rápida, como
consecuencia del estés. Este aumento del tono vagal desemboca en una mayor
flexibilidad; de esta manera las personas gestionan mejor su atención a las
emociones y poseen más facilidad para establecer, en el ámbito social,
relaciones positivas y mantener interacciones eficaces.
4. También reduce síntomas ligados a
trastornos fisiológicos como temblores, hipertensión y dolor crónico.
Jon Kabat-Zinn, cuyo programa
de reducción del estrés basado en la atención plena se aplica en miles de clínicas
y hospitales de todo el mundo, así como en otros ámbitos que van desde
prisiones a programas de desarrollo del liderazgo mantiene que los pacientes
suelen acudir porque están desbordados por el estrés o por el dolor. Pero el
hecho de prestar atención a nuestro estado interior permite también ver lo que
necesitamos cambiar en nuestra vida. Las personas dejan de fumar de manera
espontánea o cambian el modo en que se alimentan y comienzan a perder peso.
Casi cualquier forma de
meditación reeduca los hábitos de atención y la caída rutinaria en la distracción.
Las investigación realizada con tres modalidades diferentes de meditación
(concentración, generación de amor-bondad y la conciencia abierta) han
demostrado que todas ellas aquietan las regiones responsables de la agitación
mental.
Daniel Siegel, psiquiatra de la
Universidad de California denomina “circuitos resonantes” a los circuitos que
nos conectan a nosotros mismos y con los demás que se ven fortalecidos por la
práctica del Mindfulness.
El Mindfulness fortalece la
conexión que existe entre las regiones ejecutivas prefrontales y la amígdala,
especialmente los circuitos que pueden decir “no” a los impulsos, una habilidad
fundamental para transitar por la vida.
La práctica de Mindfulness asienta
los cimientos de la metaconciencia, es decir, de la capacidad de observar
nuestros procesos mentales, en lugar de vernos arrastrados por ellos. Esto nos
proporciona puntos de decisión de los que carecíamos y nos permite gestionar
impulsos problemáticos que anteriormente nos arrastraban a la acción.
Inteligencia Emocional y Mindfulness
Los programas para el desarrollo de la Inteligencia
Emocional y Social (programas en los que se trabaja la autoconciencia,
autocontrol, motivación empatía y habilidades sociales) ofrecen una sinergia
especial en los programas académicos habituales. El entrenamiento en atención
plena constituiría el siguiente paso, que de manera sencilla activa los circuitos
neuronales responsables de la inteligencia emocional.
La profesora neoyorquina Linda
Lantieri, que lleva años poniendo en práctica programas para el desarrollo de
la inteligencia emocional, mantiene que cuando añadió la pieza del mindfulness, advirtió un espectacular
aumento en la predisposición a aprender y en la capacidad de tranquilizarse.
Roger Weissberg - director del
Collaborative for Academic, Social, and Emotional Learning de la University of
Illinois de Chicago, una organización puntera en la puesta en marcha de los
programas de aprendizaje social y emocional (ASE) en todo el mundo - ha dicho
que su fundación acababa de emprender una revisión sobre el impacto que el mindfulness tiene en esos programas ASE.
Weissberg comunicó a Goleman “el control cognitivo y la función ejecutiva
parecen esenciales para la conciencia de uno mismo y la autogestión, así como
para el rendimiento académico”.
La atención deliberada y
voluntaria se encuentra en la clave de la autogestión. Las regiones cerebrales
responsables de dicha función maduran con rapidez desde la edad preescolar
hasta segundo curso de primaria aproximadamente (y su desarrollo sigue durante
la edad adulta). Esos circuitos se ocupa tanto del procesamiento de las
situaciones más cargadas emocionalmente, como del procesamiento de aquellas
situaciones más frías, como la académica, por ejemplo. La gran plasticidad de
estos circuitos a lo largo de toda la infancia nos deja claro que pueden verse
fortalecidos mediante intervenciones ASE.
En un estudio se enseñó
habilidades de la atención a niñ@s de entre 4 y 6 años en solo 5 sesiones de juegos
que ejercitaban el rastreo visual (como adivinar dónde saldrá a la superficie
un pato que acaba de sumergirse en el agua), identificar un objetivo (un
personaje de dibujos animados) dentro de una secuencia e inhibir el impulso
(pulsar una tecla cuando una oveja salía de un saco de heno, pero no cuando
aparecía un lobo).
Los circuitos neuronales que
sustentan las habilidades emocionales y cognitivas se vieron fortalecidos. Quedando
claro que el cerebro de los niños de 4 años que recibieron este breve
entrenamiento se asemejan al de los niños de 6 años, y que la función ejecutiva
de los niños de 6 años que también habían sido adiestrado de esa manera no se
diferenciaban de cualquier otro adulto.
Las regiones cerebrales que
gestionan la atención están controladas por los genes, pero a su vez, esos
genes se hallan regulados por la experiencia, y el entrenamiento acelera su actividad.
Existe una antigua dicotomía
psicológica, que diferencia entre habilidades “cognitivas” y habilidades “no
cognitivas”, de tal forma que las habilidades emocionales se situarían en una
categoría distinta de las académicas. Pero como los circuitos neuronales de la
atención subyacen tanto a las habilidades académicas como a las emocionales,
esa distinción es ya obsoleta. Ambos tipos de habilidades no son, estrictamente
independientes, sino que existe entre ellas una gran interacción. Los niñ@s incapaces
de prestar atención tienen dificultades de aprendizaje y problemas de
autocontrol.
“Cuando contamos con elementos
como el mindfulness, los tiempos
regulares de silencio y un rincón de paz al que los niños puedan dirigirse para
tranquilizarse cuando así lo necesiten – afirma Linda Lantieri -, conseguimos,
por una parte, más tranquilidad y autogestión, y un foco de atención mejorado y
la capacidad de sostenerlo, por la otra. De este modo, incidimos simultáneamente
en la fisiología y la autoconciencia”.
Al enseñar a los niñ@s las
habilidades que les ayudarán a calmarse y a concentrarse, “estamos asentando
los fundamentos de autonciencia y autogestión imprescindibles para sustentar
otras habilidades ASE, como la escucha activa, la identificación de
sentimientos, etc.
“Antes esperábamos que los
niñ@s recurriesen, cuando se veían emocionalmente secuestrados, a sus
habilidades ASE, pero no podían hacerlo – explica Lantieri -. Ahora sabemos
que, para ello, necesitan una herramienta más básica: el control cognitivo. Eso
es lo que consiguen con ejercicios tales como Mindfulness y «Colegas que
respiran». Una vez que saben cómo usar estas prácticas, logran la confianza
suficiente para saber que pueden hacerlo.
“Hay niños que apelan, durante
los exámenes, a dichas habilidades a través de un sensor biodot (dispositivo de neurofeedback) que les dice si están
demasiado ansiosos para enfrentarse adecuadamente al examen. Y, en caso
afirmativo, recurren a la práctica del mindfulness
para tranquilizarse y concentrarse y
continuar con el examen cuando se encuentran en mejores condiciones y pueden
pensar con más claridad.
“Los niñ@s se dan cuenta de que
hay veces en que, cuando no superan un examen, no es porque sean estúpidos,
sino porque su mismo nerviosismo les impide acceder a lo que saben. Por eso, si
aprenden a sosegarse y centrarse, pueden responder mejor. Tienen la actitud de
que ahora son responsables de sí mismos y saben qué hacer para remediar la
situación”.
Los programas ASE aplicados
con técnicas de Mindfulness tienen unos resultados espectaculares.lunes, 23 de febrero de 2015
El saboreo
La gran velocidad de la vida
moderna y la preocupación por el futuro pueden empobrecer el presente. Gran
parte de los avances tecnológicos – desde telefonía a internet – se centran en
realizar más tareas y con mayor rapidez. El ahorro de tiempo va relacionado al
elevado valor que otorgamos al hecho de ser previsores con el futuro. Esto
llega a ser tan insidioso, que incluso en la conversación más irrelevante
dejamos de escuchar para planificar un réplica ingeniosa. Ahorrando tiempo y
planificando el futuro, perdemos las amplias posibilidades del presente.
Fred B. Bryant y Joseph Veroff,
de la Loyola University, son fundadores de un área denominada saboreo. Junto con la atención plena, se
hace eco de las venerables tradiciones del budismo y nos permite reivindicar el
presente.
Para estos autores saborear es la
conciencia del placer y a atención consciente y deliberada ante la experiencia
de éste.
Cinco técnicas que favorecen el
disfrute son:
·
Compartir con otras personas. Busca a otras personas con las que
compartir la experiencia y a las que contarles el valor otorgado a ese momento.
Se trata del indicador más potente del nivel de placer.
·
Guardarlo en la memoria. Toma fotografías mentales y llévate un
recuerdo físico del acontecimiento y rememóralo más adelante con otras
personas.
·
Autoelogio. No temas el orgullo. Dite cuán
impresionados están los demás y recuerda cuánto tiempo has esperado para que
esto ocurra.
·
Agudizar la percepción. Centrándote en ciertos elementos y
omitiendo otros. Ej. Cuando escuches música de cámara cierra los ojos
·
Ensimismamiento. Permanece completamente atento e intenta
no pensar, sino solo sentir. No pienses en lo que debería hacer ni te preguntes
que ocurrirá a continuación, ni te plantees formas de mejorar el momento.
Todas estas técnicas respaldan
los cuatro modos de disfrutar: solazarse (recibir felicitaciones y elogios);
agradecer (expresar gratitud por las bendiciones); maravillarse (perder la
individualidad en el asombro del momento) y deleitarse (complaciendo los
sentidos). Si has leído todo esto por encima, quiero que detengas aquí mismo;
de hecho, te lo pido encarecidamente. Saborea lentamente y con cuidado cada
palabra del siguiente párrafo:
Más descenderé de este espacio etéreo,
de esta paz blanca y ligera, esta exultación punzante;
y el tiempo se cerrará a mi
alrededor; y mi alma se agitará siguiendo el ritmo de la ronda diaria.
No obstante, sabiéndolo, la vida
no será tan apremiante, y siempre sentiré que el tiempo se deshilvana poco a
poco;
puesto que en una ocasión me
encontré
en la presencia blanca y ventosa
de la eternidad.
Las Claves del Éxito Masivo
Video
domingo, 22 de febrero de 2015
El sabio y la felicidad
Un gran sabio recibió la visita
de un empresario, un político y un intelectual, pues escucharon que era feliz. Al
verlo vieron que emanaba armonía, paz y serenidad.
El empresario le preguntó: “¿Acumulas
riquezas materiales?”. El sabio negó y confirmó: “Lo único que llevo son estas
ropas que llevo puestas”.
El político indagó: “¿Tienes
poderes sobre otros hombres?”. La respuesta fue inmediata: “El único hombre del
que soy dueño es de mi mismo”.
El intelectual quiso saber: “¿Has
alcanzado todo el conocimiento que los eruditos anhelan poseer?”. El sabio por
tercera vez, negó con humildad y dijo: “El único conocimiento que atesoro es el
que me brinda mi experiencia”.
Atónitos, los tres hombres
preguntaron: “Y entonces, ¿por qué eres feliz?”. El sabio sonrió: “La verdadera
felicidad no tiene ninguna causa. Estoy vivo y eso es lo único que preciso para
ser feliz”.Emociones positivas; Emociones negativas
Según el doctor Seligman, las
emociones positivas y negativas se pueden distinguir en función de la medida en
que preparan para realizar transacciones ganar-perder o ganar-ganar, o juegos
de suma cero y de suma no cero. Desde el punto de vista evolutivo, emociones
negativas como el miedo o la ira son nuestra primera defensa contra las
amenazas. De esta manera, el miedo y la ira nos avisan de un peligro probable o
de un daño inminente. Las emociones negativas nos concentran en el origen de la
amenaza y pueden dar lugar a dos tipos de respuesta: la lucha o la huída. Las
emociones negativas nos preparan para juegos de suma cero donde hay un ganador
y un perdedor y donde la cantidad a perder y a ganar es la misma, por lo que no
se obtiene beneficio neto de la transacción. De diferente forma, las emociones
positivas como el placer o la satisfacción nos dicen que está sucediendo algo
bueno. Las emociones positivas expanden nuestra atención y nos permiten ser
conscientes de un entorno, tanto físico como social, más amplio. Esta atención
expandida nos prepara para que estemos abiertos a nuevas ideas y seamos más
creativos que de costumbre. Las emociones positivas ofrecen oportunidades de
establecer mejores relaciones y ser más productivos. Las emociones positivas
nos preparan para juegos ganar-ganar o de suma no cero, donde las dos partes
concluyen la transacción teniendo más que al principio.
De este análisis se desprende
con claridad que las emociones negativas facilitan el pensamiento crítico y la
toma de decisiones de carácter defensivo y muy concentrado donde el objetivo es
descubrir lo que está mal y eliminarlo. En cambio, las emociones positivas
facilitan el pensamiento tolerante, creativo y la productividad. Los estudios
del “realismo depresivo” confirman que las personas deprimidas evalúan con más
precisión sus propias aptitudes, tienen un recuerdo más preciso de los sucesos positivos y
negativos y son más sensibles a la información relacionada con riesgos. En
cambio, las personas felices sobreestiman sus aptitudes y recuerdan más los
sucesos positivos que los negativos, pero toman mejores decisiones al planificar
su vida porque usan estrategias importantes, como buscar información con
riesgos para la salud y se arriesgan ampliando su zona de confort con todas las
posibilidades que esto conlleva.
Cultivar unas u otras
emociones está en tus manos.Felicidad "Ahora"
La
felicidad en el momento actual está constituida por estados muy diferentes a
los de la felicidad con respecto a momentos pasados y futuros. Podemos
sintetizar que abarca dos aspectos muy diferentes: los placeres y las
gratificaciones. Los placeres tienen
un marcado componente sensorial y emocional, lo que genéricamente denominan los
filósofos como “sensaciones crudas”: éxtasis, emoción, orgasmo, deleite, euforia,
bienestar. Son instantáneas e implican muy poco, o nulo, pensamiento. Con gratificaciones quiero referirme a aquellas
actividades que nos gusta realizar, pero que no van acompañadas de una sensación
como tal, sino que nos involucran por completo, quedando absortos en ellas y perdemos
la propia conciencia. Disfrutar de una conversación, leer un buen libro,
bailar, jugar a las damas son ejemplos de actividades en las que el tiempo se
detiene para nosotros, nuestras habilidades están a la altura de las circunstancias
y nos hallamos en contacto con nuestras fortalezas. Las gratificaciones duran más
que los placeres, implican más pensamientos e interpretaciones, no se
convierten fácilmente en un hábito y nuestras fortalezas y virtudes las
refuerzan.
Valorar nuestra vida
La valoración precisa de
nuestra trayectoria vital es muy importante para tomar decisiones sobre el
futuro. Los sentimientos momentáneos de infelicidad pueden repercutir negativamente
en la calidad general de nuestra vida. Un desengaño amoroso reduce la
satisfacción general, mientras que un aumento de salario la incrementará de
forma artificial.
Os recomiendo el siguiente
ejercicio:
Escoged un cuaderno o diaria
que os sea especialmente atractivo y que podáis conservar año tras año. Una
seleccionado reservar un momento del día en el que no existan dificultades ni
exaltaciones inesperadas. En una escala del 1 al 10 –de pésimo a perfecto-
valorad la satisfacción con la vida en cada uno de los siguientes ámbitos,
escribiendo un par de frases que los resuman. Estos ámbitos serían los
siguientes:
·
Amor
·
Profesión
·
Finanzas
·
Juegos
·
Amigos
·
Salud
·
Creatividad
·
En
conjunto
Usa una categoría de Trayectoria,
en la que analices los cambios existentes de un año a otro y el comportamiento
observado en éstos a lo largo de la década.
Recomiendo este
procedimiento, pues nos sirve para concretar, deja poco margen al autoengaño e
indica cuándo actuar. Como dice Robertson Davies: “Valora tu vida una vez al año. Si descubres que no das el peso exacto,
cambia de vida. Seguramente descubrirás que la solución está en tus manos”.
viernes, 20 de febrero de 2015
Emoción antes de pensamiento; Pensamiento antes de Emoción
Sabemos por numerosas pruebas y
por experiencia propia que cuando una persona se encuentra deprimida, le
resulta mucho más sencillo tener recuerdos tristes que felices. Las inyecciones
que aumentan el nivel de adrenalina generan temor y ansiedad, porque orientan
la interpretación de sucesos inocuos hacia el peligro y la pérdida. Los vómitos
y náuseas generan aversiones hacia el sabor de lo que se ha ingerido antes de
que apareciese el trastorno gástrico, aunque sepamos que no fue lo que comimos
sino la existencia de un virus.
La revolución cognitiva de la
psicología, de hace más de 40 años, desbancó tanto a Freud como a los
conductistas en el mundo académico. Los científicos demostraron que el
pensamiento puede ser objeto de estudio de la ciencia, que se puede medir y, lo
más importante, que no es sólo un reflejo de la emoción o el comportamiento. Aaron
T. Beck, uno de los teóricos más importantes de la terapia cognitiva, afirmó
que la emoción siempre es generada por la cognición, y o al revés. La idea de
peligro provoca angustia, la idea de pérdida induce enfado…etc. Cuando alguien
siente alguna de estas emociones lo que debe buscar es el pensamiento que lo ha
originado.
Existen gran cantidad de
pruebas que confirman esta perspectiva. Los pensamientos de las personas con
depresión están dominados por interpretaciones negativas del pasado, futuro y
de las propias aptitudes, y aprender a luchar contra dichas interpretaciones negativas
alivia la depresión casi tanto como los fármacos antidepresivos, e incluso
evitan en mayor medida recaídas y reapariciones. Las personas que sufren
trastorno de ansiedad malinterpretan catastróficamente sensaciones corporales
como los latidos acelerados del corazón, o la falta de aliento como presagio de
un ataque cardíaco o derrame cerebral. El trastorno puede mejorar enseñando a
las personas que no son más que síntomas de ansiedad, no una enfermedad real.
Estas dos perspectivas opuestas
nunca se han reconciliado. La freudiana dominante afirma que siempre la emoción
determina el pensamiento, mientras que la visión cognitivista dice que el
pensamiento siempre guía la emoción. Sin embargo, lo cierto es que se orientan
recíprocamente según el momento. Así pues, uno de los retos de la psicología
del siglo XXI es identificar en qué condiciones la emoción es la que determina
el pensamiento y en qué condiciones ocurre lo contrario.
No trato de dar una solución
global, tan solo parcial.
Parte de nuestra vida emocional
es instantánea y reactiva. El placer sexual y el éxtasis, son emociones del aquí
y ahora que necesitan muy poco pensamiento para desencadenarse. Una ducha
caliente cuando estamos sucios hace que nos sintamos estupendamente; no hace
falta pensar “me estoy quitando la suciedad” para experimentar placer. Por el
contrario todas las emociones relacionadas con el pasado está completamente
guidas por el pensamiento y la interpretación:
·
Adolfo
y Mónica están divorciados. Siempre que Mónica oye el nombre de Adolfo, lo
primero que recuerda es que la traicionó y todavía se enfurece… quince años
después de lo ocurrido.
·
Cuando
Mohamed, refugiado palestino que vive en Jordania, piensa en Israel, recuerda
el olivar del que era propietario y que ahora está ocupado por los judíos. Siente
amargura y odio.
·
Cuando
Liz analiza su larga vida se siente serena, orgullosa y en paz consigo misma. Siente
que superó los problemas a los que se enfrentó por nacer mujer, negra y pobre
en Los Ángeles, y que sacó el máximo provecho que pudo.
En cada uno de estos sucesos –y
siempre que el pasado genere emoción-, interviene una interpretación, un
recuerdo o un pensamiento que gobierna la emoción subsiguiente. Esta verdad
resulta fundamental para comprender como nos sentimos con respecto al pasado. Lo
más importante es que constituye la clave para evitar los dogmas que han hecho
que tantas personas sean prisioneras de su pasado.
Hemos de olvidad las viejas teorías de que el pasado determina el futuro. Podemos modificar recuerdos de manera voluntaria mediante técnica psicológicas científicamente validadas. Os daré buena cuenta de ellas en próximas entradas.
Hemos de olvidad las viejas teorías de que el pasado determina el futuro. Podemos modificar recuerdos de manera voluntaria mediante técnica psicológicas científicamente validadas. Os daré buena cuenta de ellas en próximas entradas.
miércoles, 18 de febrero de 2015
Sabias palabras
Un sultán soñó que se le caían todos los dientes, por lo que llamó a un sabio para que le dijera el significado de ese sueño. El sabio, preocupado, le dijo: "Una gran desventura, señor, pues cada diente representa la pérdida de un familiar de vuestra majestad".
El sultán, enfurecido por las palabras mandó que le castigaran.
Ordenó que fuera ante él otro sabio, que al escuchar el sueño exclamó: "Buen augurio señor, se os ha dicho que sobreviviréis a todos sus parientes".
El sultán, contento por la interpretación pidió que le dieran 100 monedas de oro.
Un cortesano, le preguntó a este sabio, como que habiendo hecho la misma predicción, recibió monedas de oro y el otro un castigo. Contestó con sabiduría: "Todo depende de la forma en que se dice, los seres humanos debieran aprender a comunicarse, pues de las palabras depende en gran medida la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. La verdad es como una piedra preciosa: si la lanzas, puedes herir; por el contrario si la envuelves con delicadeza y la ofreces con ternura, será aceptada y agradecida"
martes, 17 de febrero de 2015
Expresión de Gratitud
En nuestra cultura carecemos de un vehículo
para comunicar a las personas significativas nuestra gratitud por su
existencia, e incluso cuando nos sentimos impulsados a hacerlo, nos avergonzamos.
Os propongo el siguiente ejercicio para que no tengáis excusa para expresar
gratitud:
Escoge a una persona importante de su pasado
que haya marcado una gran diferencia positiva en tu vida y a la que nunca ha
expresado su agradecimiento por completo. (No confundas esta elección con un
amor romántico reciente o con la posibilidad de beneficios futuros). Escribe un
testimonio lo suficientemente largo como para llenar una página. Tómate su
tiempo para redactarlo. Invita a esa persona a su casa, o viaje donde ella
vive. Es importante que lo expreses cara a cara, no por escrito o por teléfono.
No informes previamente a la persona del propósito de tu visita; un sencillo
“quiero verte” bastará. El vino y el queso no son importantes, pero lleva una
versión plastificada de tu discurso como regalo. Cuando llegue el momento
adecuado, lee tu testimonio lentamente, de forma expresiva y manteniendo el contacto visual con la otra
persona. Luego deja que ésta responda sin prisas. Recordad juntos los
acontecimientos concretos por los cuales esa persona es importante para ti.
Comprueba los resultados por ti mismo
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