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lunes, 6 de abril de 2015

ASTENIA PRIMAVERAL

Astenia es un término cuyo significado es “cansancio”. Por lo tanto no se trata de una enfermedad, sino un síntoma que puede deberse a otras enfermedades físicas, psicológica, estrés, exceso de trabajo…
Afecta a un dos por ciento de la población, coincidiendo con el paso de invierno a primavera. Puede aparecer junto a otras manifestaciones como:
·         Ausencia de energía para desarrollar actividades.
·         Tristeza sin motivo.
·         Pérdida de apetito.
·         Disminución de la libido.
·         Problemas de concentración y memoria.
·         Irritabilidad y labilidad emocional.
·         Malestar general.
·         Dolor de cabeza.
·         Hipotensión.
Esta sintomatología es de carácter leve y pasajero. No se trata de ningún trastorno psiquiátrico, sino una mayor vulnerabilidad de la persona a los cambios climáticos. No se debe confundir con el Trastorno Afectivo Estacional, Depresión invernal  o Depresión veraniega.
Nos podemos preguntar: ¿Cómo se produce? Todo apunta a que existe una combinación de dos factores:
·         Las horas de luz solar.
·         Los ciclos hormonales.
El origen de todo esto se encuentra en una estructura del cerebro que se llama hipotálamo, encargada de regular, entre otras cosas, la temperatura, la sed, el apetito, el sueño y la vigilia, y que segrega hormonas  y neurotransmisores como las feniletilaminas, que podrían definirse como unas “anfetaminas” encargadas de inducirnos euforia; las beta-endorfinas, responsables del optimismo vital y la serotonina, neurotransmisor encargado de la felicidad.
Al producirse el cambio estacional, con las variaciones climáticas correspondientes, con el aumento de la temperatura, las horas de luz solar y el cambio de horario, el hipotálamo disminuye los niveles en sangre de todos los neurotransmisores y hormonas mencionados, lo cual produce una sensación de decaimiento físico e intelectual.
Puede que exista un factor endógeno no esclarecido. Una predisposición de la persona a verse afectada por variaciones climáticas. Podría ser similar a las alergias, mientras que para unos la primavera es sinónimo de alegría, otros sufren las consecuencias de la rinitis o el asma.
¿Qué podemos hacer para prevenirla y tratarla? Una vida saludable, ordenada y vigilando la dieta es la base para hacer frente a este problema y optimizar nuestras defensas:
·         Una dieta equilibrada y variada, rica en vitaminas y minerales. Ingesta de numerosas frutas, verduras, hortalizas. También es recomendable tomar alimentos que favorezcan la producción de serotonina como cereales integrales, nueces, semillas de girasol, aceite de oliva y quesos frescos.
·         Mantener hidratado el cuerpo, tomando dos litros de agua diarios, complementado con infusiones y zumos.
·         Dormir ocho horas diarias.
·         No fumar, no beber bebidas alcohólicas, no abusar del café ni de las bebidas excitantes.
·         Realizar ejercicio moderado al menos treinta minutos diarios.
·         Tener un orden en el ritmo de vida, horarios fijos de acostarse y levantarse, también para comer.
·         Ocasionalmente puede ser recomendable tomar un reconstituyente a base de vitaminas con otros fitonutrientes.
Si a comienzo de la primavera te sientes más cansado de lo habitual, falto de fuerzas para las actividades diarias, te encuentras decaído, probablemente estés pasando astenia primaveral.
Pero eso sí, si tu sensación de cansancio o tristeza persiste en el tiempo, consulta con un Psicólogo Sanitario, porque podría tratarse de otro problema subyacente.


¿Sabes lo que es la astenia primaveral? ¿Y cómo superarla? Conversamos sobre ello en nuestra sección de psicología, con Juan Ramón Carmona y Beatriz Blanca: www.radiocordoba.es/facebook/HXH_6_04_PSICO(2015-04-06).mp3